miércoles, 10 de agosto de 2011

Entrevista - Presentación de "Días sin fin"

El día de la presentación de mi novela Días sin fin, el profesor que iba a presentarme, Rafael Vélez, decidió hacerlo a través de unas preguntas sobre el libro y sobre literatura en general. Parte de la entrevista quedó grabada en vídeo, pero estas son, a grandes rasgos, las respuestas que ofrecí.


1. Género de intriga. ¿Por qué has decidido escribir una novela de estas características?
No es que yo decidiera escribir una novela de este género; simplemente, la idea llegó así a mi cabeza y yo sólo escribí lo que me pedía la historia. Cada idea que se me ocurre ya viene con la exigencia de pertenecer a tal o cual género; podría habérseme ocurrido algo fantástico, en cuyo caso, esta novela sería de fantasía.
No obstante, no niego que me ha encantado adentrarme en este género, con personajes que trabajan como policías y, misteriosamente, no son corruptos, sino que realmente creen en la justicia y, además, deben atravesar diversas situaciones de peligro para salvar sus vidas y las de otros. Es una novela no sólo de intriga, también de mucha carga psicológica.

2. ¿Consideras éste un género típico o atípico dentro de los escritores noveles?
Pienso que es atípico, al menos en el caso de los escritores jóvenes. Por norma general y hasta donde yo sé, los escritores adolescentes y jóvenes prefieren escribir literatura fantástica o paranormal. De hecho, creo que soy de las pocas que ha tocado este género antes de cumplir los veinte años.

3. ¿Es la primera novela en tu trayectoria como escritora?
No, es la segunda que escribo, aunque sí es cierto que la fui escribiendo a la vez que la primera. Pero Días sin fin fue la segunda idea para una novela larga que tuve, y también ha sido la segunda novela que he conseguido publicar.

4. El argumento es ciertamente cinematográfico. ¿Te gustaría ver tu novela adaptada al cine o la TV?
¡Y tanto! De hecho, la idea surgió de un videoclip que más parecía un tráiler, así que yo tengo toda la historia en mi cabeza como si realmente fuera una película. Claro que no creo que vaya a hacerse, al menos no ahora, y tampoco estoy muy segura de si querría hacerlo, pues podría estropear la imagen que cada cual tiene de los personajes y de la historia. Ese es uno de los motivos por los que no me gusta que los libros se adapten al cine.

5. ¿Has pensado en continuar una saga?
Sí, pero no sería una saga exactamente. Es decir, el final de la novela es inamovible, no va a cambiar en nada, aunque hay un personaje, Adam Rivers, cuya historia pienso que merece ser contada. De momento no voy a escribirla, pero tengo claro que lo haré; Adam es un personaje que me gusta mucho.

6. Sobre los personajes. La construcción de la heroína es bastante compleja. Es un personaje con mucha carga psicológica. ¿Qué te llevó a crearla así y qué fuentes o personajes que te han servido de inspiración?
Bueno, ante todo, yo no quería crear a una Bella Swan, que no supiera hacer otra cosa que llorar y depender de su pareja, esperando a que él lo haga todo mientras ella se queda sentadita llorando. De hecho, podría decirse que la protagonista de Crepúsculo fue mi inspiración para NO crear a una chica como ella. A raíz de ahí, también influyeron mujeres “guerreras”, como por ejemplo Éowyn, un personaje de El señor de los anillos, o Elizabeth Bennet, protagonista de Orgullo y prejuicio.

7. Aunque no es una novela de género, ¿crees que tu escritura como mujer es evidente en la obra?
La verdad es que no había pensado en ello… Pero creo que no. Es decir, cuando escribo una historia en tercera persona, como es el caso de Días sin fin, procuro ser lo más neutral posible y escribir de una forma similar tanto si me estoy refiriendo a un chico como a una chica. Dentro de las circunstancias de cada personaje, claro.

8. Personajes masculinos. ¿Inspiración?
Os vais a reír, pero a medida que iba escribiendo, tenía en mi mente a los hermanos del grupo Estopa para los personajes de Dave y Brian, y al actor Hugo Silva para el de Adam. El motivo es que la idea para la novela, como ya dije antes, me llegó a través de un videoclip, más concretamente, uno de Estopa, mi grupo favorito. Por eso los tenía a ellos en mente cuando escribía, aunque sus personalidades no tienen absolutamente nada que ver con las de las personas reales.

9. El hecho de que seas estudiante de Filología Inglesa no sé si ha influido en la elección de los nombres de los personajes. Pero es obvio que hay que saber inglés para encontrar los matices que se desprenden de tales nombres. Sleepereel, Meeks, por ejemplo.
Siempre me ha encantado el inglés y por eso no dudé en estudiar esta carrera. Asimismo, cuando escribí Días sin fin y decidí ambientarla en el Reino Unido, los personajes, por supuesto, debían tener nombres ingleses. Y yo soy muy maniática con los nombres, suelo cambiarlos mil veces al crear a un personaje antes de quedarme contenta con el que más le pegue.
Así que, sí, me pensé mucho los nombres que iban a tener los personajes, tanto principales como secundarios, y jugué con el tema de darles, a algunos, un nombre o apellido que casara con sus personalidades o su papel en la historia. El que más juego dará será uno llamado Humphrey Trueman, pero Richard Hatch, el malo malísimo, tampoco se queda atrás.

10. El calor doméstico de su familia contrasta con la corrupción y la crueldad que Dave encuentra en el trabajo. Esto convierte la novela en una suerte de drama de acción familiar. ¿Qué intentas conseguir con esta fusión de elementos, aparentemente contradictorios?
La familia es la forma que tiene Dave de huir de la crueldad y las injusticias que tiene que soportar cada día en el trabajo. Estar con su mujer y sus hijos lo ayuda a, digamos, desconectar; claro que hay veces en que no lo consigue, cuando la crudeza de su profesión lo marca profundamente. Además, también es una manera de dar al lector un respiro entre tanta situación tensa u horrible que tienen que vivir los personajes.

11. Cuéntanos algo sobre tu próximo trabajo.
Estoy escribiendo una novela realista y juvenil que tiene como protagonista a una ladrona llamada Silencio, la cual ha tenido que criarse en la calle y ha sobrevivido siempre a base de robar en supermercados y demás. Un día, a sus once años, Silencio conoce a un hombre que le dice llamarse Disimulo y le ofrece la posibilidad de realizar robos más controvertidos, a cambio de una casa y de poder comer cada día. Así ha sobrevivido durante los siguientes seis años, momento en que conoce a un chico que, por orden del jefe Disimulo, tiene que ayudarla a realizar un robo muy complejo en la Basílica de San Pedro.
Tengo intención de que sea una novela corta, aún no tiene ni ochenta páginas, pero han pasado mil cosas. Silencio tiene elementos de mi carácter, como que es muy sarcástica y que no se corta un pelo a la hora de expresar su opinión. Es la primera novela que estoy escribiendo en primera persona.


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