... y he dejado muchos proyectos en el aire.
Fijaos qué cosas: hace un par de años, por estas fechas, yo sólo tenía en mente la idea para escribir la segunda parte de Magia Medieval, mi primera novela publicada (ya no disponible, lo recuerdo por si acaso). De hecho, las noche del 31 de diciembre de 2009 y del 5 de enero de 2010 las pasé escribiendo, moldeando escenas sueltas de la segunda parte y estructurándola.
He mentido un poco: también estaba planeando la escritura de mi proyecto de ciencia ficción. De hecho, se me ocurrieron varios detalles que tengo guardaditos para cuando me decida, por fin, a darle forma, pues de momento está muy verde y por entonces, no conseguí congeniar con los personajes.
Y un año después, en las navidades pasadas, ya se me habían ocurrido varias ideas más, las más antiguas de la sección de Proyectos, que no eran sino esbozos de lo que aún debo trabajar y madurar bastante; a saber cuándo, porque la universidad apenas me deja tiempo para bloguear un poco.
La novela que estaba escribiendo por aquel entonces era La Maldición del Bosque. Sí, es mi proyecto de magia irlandesa, del que tengo muchísimos detalles ya aclarados, pero que aún no sé bien cómo enfocar. Al principio probé con la primera persona, de forma que los cuatro protagonistas se repartieran la narración.
Pero luego me di cuenta de que la tercera persona sería más apropiada. Sin embargo, hay un personaje cuyo punto de vista sería mejor reflejar en primera persona...
Así que ahí sigo. Mi novela sigue esperándome, los personajes aguardan a que conecte con ellos, como hice anteriormente con Víctor, Álvaro, Brian, Dave y los demás. Ojalá este sea el año de Joe, Sam, Ágata y Tracy. ¿Me decidiré por fin a contar su historia en el 2012?
De momento, tengo otras dos novelas entre manos bastante complejas. Sí, ambas son realistas, pero eso no le da facilidad al tema. Son Silencio y Leones, las cuales andan de momento estancadas, y me temo que así seguirán hasta que pasen los exámenes de febrero, pues no encuentro tiempo para dedicarme a ellas.
Silencio nació como un relato. En enero vi en un foro que se convocaba un concurso de relatos, con fecha límite del 1 de abril, y como aún quedaba tiempo, decidí presentarme. Sin embargo, como ahora, me pilló de exámenes, el relato resultó ser bastante largo y no me pude presentar. Así fue como decidí contar Silencio en primera persona y en forma de novela, aunque corta (o eso espero).
Su escritura está siendo bastante intermitente. Escribo cuando puedo, que no es siempre. De enero a marzo escribí bastante, la novela fluía, pero luego paré a causa del cambio de relato a novela. Arreglé algunos detalles, pero durante la primavera apenas pude escribir un capítulo o dos. En verano me quedaron dos asignaturas para septiembre, por lo que tampoco pude escribir. Y el otoño apenas ha sido productivo... La novela no llega aún a las 60 páginas y faltan bastantes cosillas por suceder.
¿Cuándo la podré retomar? ¿Cuándo podré arreglar algunos detalles que me fallan y que los lectores han señalado? ¿Cuándo podré terminar de contar la historia de Silencio? ¿Cuándo podré seguir disfrutando de su escritura y del ácido humor de la protagonista?
Con Leones creo haberme precipitado. Empecé a hablar de ella cuando apenas tenía la historia en mi cabeza, comencé a escribirla sin tener claras las personalidades de los personajes, y cuando aún no llevo ni 40 páginas escritas, me ha venido el aluvión de ideas, situaciones, sentimientos y giros que tengo que incluir sí o sí.
Tengo claras varias cosas acerca de ella. Por ejemplo, que voy a dividirla en tres (o más) partes, que va a ser bastante más larga que Silencio, que será una historia muy, muy, muy personal (quizá la más personal que escriba nunca), y que van a destacar no sólo el tema romántico, sino también la importancia de la amistad y la superación personal.
He congeniado con Rubén y Rebeca, conozco sus caracteres, sus gustos, sus ideales, sé cómo se van a comportar el uno con el otro y con los demás, y sé que su historia de amor no va a ser fácil, ni mucho menos normal. Además, he pensado que en la segunda parte puedo intercalar capítulos narrados por otros personajes, tales como Susi, Fer o Violeta (y quizá alguno más, por qué no), ya que la amistad va a tener gran importancia.
No recuerdo exactamente cuándo se me ocurrió esta historia, pero fue a lo largo del 2011 y, al abrir Aprendiz de Escritora, pensé en ir subiéndola junto con Silencio, por capítulos o recopilando la primera parte completa. Aún no está escrita esa primera parte, sólo el principio, y la verdad, no sé cuándo voy a poder terminarla. Me pasa lo de siempre: falta de tiempo.
Es por esto que actualmente no subo nada al blog. Pero tengo la firme intención de que esto cambie: me encanta escribir y si quiero ser capaz de dedicarme a ello (dejadme soñar, que es gratis xD), tengo que ser estricta conmigo misma. Me impondré un horario fijo de escritura, subiré relatos de vez en cuando y procuraré traeros material de ambas blognovelas semanalmente.
Estos son mis propósitos en cuanto a la escritura, y espero sinceramente poder ser capaz de cumplirlos. No me he abierto un blog de literatura para dejarlo colgado, obviamente :P
¿Y vosotros, qué propósitos tenéis para el 2012? :)
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