jueves, 31 de diciembre de 2020

Adiós al 2020

¡Hola a todos!

Hoy es, por fin, el último día de este año tan denso y creo que todos coincidiremos en que queremos dejarlo atrás lo antes posible. Y que el 2021 sea, por lo menos, un poquito mejor.

Si me pongo a hacer balance, en mi vida personal han pasado pocas cosas buenas. La principal y la más importante: en mayo me convertí en tita y me encanta pasar tiempo con mi sobrinita, que tiene ahora mismo siete meses.

Por otro lado, en noviembre, en mitad del segundo confinamiento (cierre perimetral de municipios en Andalucía), empecé dos cosas que me están ayudando muchísimo: el yoga, sobre todo para mejorar mi espalda e intentar aprender a hacer meditación, y la terapia, de la cual he tenido cuatro sesiones y ya siento que me conozco mejor y que sé, más o menos, cómo lidiar con la ansiedad. Más o menos, porque no es un camino de rosas y porque tiendo a dejarme llevar por mis emociones, pero estoy aprendiendo a tenerlas bajo control y a sentirme mucho mejor conmigo misma.

Por lo demás, y aun a riesgo de ser demasiado pesimista, diría que todo ha sido malo. Empecé el año muy enferma, levantándome a las cinco de la mañana para ir a trabajar y llegando a un punto en el que casi no podía ni alzar las manos para teclear. Me diagnosticaron anemia y niveles bajísimos de B12, y además me dijeron que tal vez podría ser celíaca, lo que, tras las pruebas, me confirmaron en julio (tardaron varios meses por el tema de la pandemia, lo cual es del todo comprensible).

Así que ahora debo vivir evitando el gluten, que se encuentra en más alimentos de los que pensamos. De entrada y yendo a lo básico, ya no puedo comer pan normal y corriente, y tampoco pasta, empanados, sopas de sobre... Son cosas que yo solía comer mucho y ahora debo buscarlas sin gluten o me pasaría alrededor de una semana muy enferma. Lo que peor llevo en este aspecto son los dulces, pues siempre me han encantado y ahora debo privarme de la mayoría.
Pero en fin, hay que adaptarse. No soy la primera persona a la que le pasa ni seré la última. Al menos puedo agradecer que no sea algo más grave.

Lo que se lleva la palma este año en cuanto a lo peor que me ha pasado ha sido, sin duda, la muerte de mi perrita Rumba. Ocurrió en julio, pocos días antes de que me confirmaran la celiaquía, y nos pilló a todos por sorpresa. No estaba tan enferma, no tenía problemas demasiado graves, y además teníamos fecha para una operación que debía hacerse, pero no llegó a tiempo. Y eso ha sido lo peor y lo más duro de todo. Tal vez, si no tenéis mascota, no me comprendáis, pero creedme cuando os digo que un perrito o un gatito (o cualquier otro animalito) puede llegar a convertirse en alguien muy importante en tu familia. En algunos casos, diría que incluso te pueden hacer más compañía que los humanos. Pero esto depende de cada persona.

El caso es que no ha sido un año fácil en mi vida, y a eso hay que sumarle la pandemia, que me ha hecho estar un total de tres meses sin poder ver a mi pareja en todo el 2020. Soy consciente de que hay quien lo ha pasado mucho peor y no quiero minimizar los problemas de los demás, pero lo que quiero decir es que esto nos ha afectado a todos. A algunos en mayor medida que a otros, y sólo puedo desear que en 2021 podamos erradicar este problema por fin.

En cuanto a la escritura, sobra decir que tampoco ha sido un buen año. He tenido algunas épocas buenas, de escribir y corregir mucho, pero en general, la mayor parte de los meses del 2020 no he avanzado apenas con ninguno de mis proyectos. Tengo el Proyecto IMA paralizado, he dejado a medias un relato que querría enviar a una antología y, hace poco, decidí eliminar los libros que había autopublicado en Amazon, ya que me los encontré pirateados en distintas páginas pirata. Así que ahora no tengo ninguna historia a la venta y no sé qué haré con Trece ni con BECADP.

¿Qué puedo hacer al respecto? Tratar de tomármelo más en serio. Estoy hasta arriba últimamente y hay una fecha de entrega, pero me gustaría ser capaz de terminar ese relato que he mencionado y enviarlo a la antología. También querría dejar finiquitado el Proyecto IMA de una vez, e incluso echar un ojo a BECADP y ver si podría encajar en alguna editorial, pero para ello primero necesito centrarme.

Y es que tengo muchas cosas en la cabeza. A todo lo que hemos vivido y a lo que he vivido yo en el terreno personal se suman dos cosas: sacarme el carné de conducir y encontrar trabajo otra vez. Porque, sí, he trabajado dos veces, pero en ambas ocasiones ha sido una cosa temporal, de seis meses, y el que tuve el año pasado terminó en marzo, justo al inicio de todo. Así que llevo en paro desde entonces y estoy como loca buscando oportunidades, haciendo cursos y tratando de moverme. Y saber conducir me podría ayudar, desde luego, pero el agobio por no tener trabajo hace que me cueste concentrarme en estudiar (e incluso en leer) y al final es la pescadilla que se muerde la cola.
Por eso estoy yendo a terapia y por eso espero ser capaz de sacarme el carné en los primeros meses de 2021. Y, con suerte y mucho esfuerzo, encontraré trabajo. Cruzo los dedos. 

En fin, siento que estoy sonando demasiado pesimista, así que voy a cerrar explicándoos que, más adelante (todavía no sé muy bien cuándo), pretendo apuntarme a la Academia Para Escritores de Laura Tárraga, pues siempre hay cosas nuevas que aprender y creo que es un proyecto muy interesante. Me apetece muchísimo descubrir lo que ofrece, y más tras saber que su plantilla de profes se está ampliando: echad un ojo a su instagram para no perderos nada.

Lo cierto es que me gustaría muchísimo volver a la escritura y volver con ganas, no sólo por terminar el Proyecto IMA (que, a lo tonto, llevo ya con él tres años), sino por intentar escribir algo nuevo. Algo de fantasía, que me apetece muchísimo, y más en concreto, de brujas. Espero de verdad ser mucho más constante en el 2021, porque lo cierto es que en el 2020 apenas lo he sido.

En fin, me despido de vosotros dejándoos todas mis redes, por si os apetece seguirme, decirme algo o cotillearme, aunque aviso que por donde suelo estar más activa es por instagram.

-Twitter: @SilenZahra / @BlogsSanCG.
-Instagram: @SilenZahra / @SilentBookGirl / @SanCGEscrit / Simmer.SanLennox.
-Goodreads: Sandra C. Gallegos.
-Mi otro blog: El Jardín del Invierno.
-Mi e-mail: sandra.cgallegos@gmail.com.

¡Por cierto! Hace unos días subí mis mejores lecturas del 2020 a mi blog literario, por si os apetece saber cómo ha sido mi año en lecturas.

Creo que poco más me queda por decir. Que espero que el nuevo año sea mil veces mejor para todos. Que superemos el 2020 pronto. Que sigamos adelante con energía. Que todo lo que este año nos ha quitado lo podamos recuperar, dentro de lo posible, poco a poco.

Sea como sea, feliz año a todos y que el 2021 sea maravilloso para todo el mundo. ¡Nos leemos!

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