Siento haber estado tan perdida. Ya sabéis que no soy de actualizar porque sí, sin tener nada que contar.
Tampoco es que ahora tenga demasiadas novedades, pero al menos puedo decir que estoy escribiendo. Mucho. Estoy en racha. He recuperado las noches de escritura desde que terminé de trabajar y creo que he escrito casi cincuenta páginas en apenas semana y media.
No ha sido todo del mismo proyecto, no obstante. He avanzado muchísimo con mi novela, el Proyecto IMA del que os hablé hace tiempo, además de haber arreglado muchos fallos muy tontos que tenía en lo que ya había escrito, pero no es lo único en lo que he trabajado. A modo de ejercicio de escritura decidí abrir un documento de word y liarme a escribir, sin más, a ver qué iba saliendo, tuviera o no coherencia, sólo para soltar lo que se me pasaba por la cabeza, lo que me apetecía, sin planificar, sin pensar. Sólo escribí.
Y me ha encantado el resultado.
Era como si hablase de mí misma y, al mismo tiempo, hablase de otra persona. De un personaje que era yo, pero no era yo. Y lo he disfrutado muchísimo, porque simplemente he tecleado, sin cortarme un pelo, sin presión por que quedase bien, ya que esto va a quedarse sólo para mí y para nadie más. Solamente yo voy a leerlo, solamente yo veré los errores y lo ilógico del asunto, así que qué más da. Mientras yo lo disfrute, mientras me sirva para desahogarme, disfrutar y aprender, para qué quieres más.
Pero, vaya, he avanzado con la novela, como he mencionado, y lo he hecho muchísimo. Estoy a punto de llegar al clímax de la trama y estoy viendo que, quizás, se me quede bastante más corta de lo que me esperaba, o a lo mejor tengo esta sensación por la carrerilla que le he metido últimamente. El caso es que adoro a mis tres niñas, adoro darles voz y adoro su historia.
Y si estoy teniendo esta suerte de poder hartarme de escribir otra vez, hasta las tantas de la noche, es porque se me ha terminado ya el trabajo temporal que empecé en febrero, lo cual tiene su parte buena y su parte mala. La buena, claro está, es que ya no tengo que madrugar, así que da igual a qué hora me acueste, lo cual se traduce en quedarme hasta las cinco de la mañana tecleando como una loca (o también enganchada a un libro o enlazando una película tras otra, que lo he hecho too). La mala es que otra vez estoy en el paro y ya se me acaba eso de tener mi sueldo al final de cada mes, pero, quieras que no, es una experiencia que he ganado y he aprendido (más o menos) a ahorrar y a administrar mi dinero con cabeza.
Por redes estoy un poco perdida, la verdad. Intento mantener instagram al día, y a veces me doy un paseo por twitter, me harto de hacer RTs y, cuando termina una sesión de escritura (a las tantas de la noche), escribo sobre ello en mi perfil de twitter, pero tampoco es que haga mucho más. En cuanto a mis otras redes... apenas entro en facebook ya xD Y ya veis el tiempo que llevo sin actualizar el blog... Estoy muy perdida.
Podría decirse que estoy de vacaciones. Cada vez que cojo el ordenador sólo me apetece escribir, porque estoy enganchada a mi propia novela, porque me muero por escribir la siguiente escena, y la siguiente, y la que vendrá después, y porque, también, suelo dedicar un rato al ejercicio de escritura que he mencionado.
Así que por eso no actualizo, ni escribo opiniones en goodreads, ni me paseo por deviantart, ni nada. Porque estoy escribiendo. Porque es lo que me muero por hacer durante todo el día. Y, cuando llega la noche, por fin me pongo a ello. Lo cojo con muchísimas ganas y lo echo de menos cuando, por lo que sea, no puedo escribir.
¿Y qué hago cuando no estoy con el ordenador? Pues, aparte de arreglar el papeleo del paro, dedicarme a tareas de la casa y salir aquí y allá, leo. Mucho. Durante los seis meses de trabajo he leído menos, con más lentitud y sin llegar a disfrutar del todo de las lecturas, así que podría decirse que me estoy poniendo al día. ¡Con deciros que en apenas diez días devoré una saga de seis libros! Con los tres primeros incluso fui a libro por día. Eso fue enganche y lo demás es tontería xD
Y ahora quiero leerme libros gordos y sagas que llevo mucho tiempo retrasando, por eso de tener poco tiempo y mucho sueño. Ya he devorado Encuentros, de la trilogía Secretos de la Luna Llena, de Iria y Selene, y tengo intención de leer otras sagas como A todos los chicos de los que me enamoré, de Jenny Han, Dreaming spires, de Victoria Álvarez, Los Descendientes, de Melissa de la Cruz, e incluso me encantaría releer en algún momento sagas como La guerra de las brujas, de Maite Carranza, y La Puerta Oscura, de David Lozano.
Más detalles sobre los libros que voy leyendo en mi goodreads y en mi blog literario :P
Aparte, también he estado viendo muchas películas, todas las que he podido. He vuelto a ver muchas que me encantan y he descubierto algunas nuevas, tres de las cuales, de hecho, tienen culpa de que me leyera en muy pocos días la saga de seis libros que he mencionado, que es la de El corredor del Laberinto. Yo ya me había leído los primeros tres libros hace años, pero de repente, no sé muy bien cómo, me acordé de que este año se había estrenado la última película, La cura mortal, y se me antojó volver a ver las dos primeras para ver la tercera.
Mira, me flipó esa puñetera película.
Yo ya estaba desenganchadísima del mundo de El corredor del Laberinto, porque ya había leído los libros hace años y había dejado ahí pendientes el cuarto y el sexto, que cuentan, digamos, qué pasó antes del Laberinto y tal (el quinto tiene información adicional, ilustraciones muy chulas y, en fin, mucho fangirleo). Así que, al ver las películas y, sobre todo, al encantarme tantísimo la tercera, se me antojó releer los tres primeros libros (ahí fue cuando fui a libro por día) y leer los que me quedaban.
Y, pues nada, que me dio la fiebre por esta saga otra vez y ahí estoy, que seis libros se me hacen pocos, que tres películas se me hacen cortas y que las escenas eliminadas y los demás extras no son suficientes para que supere esta historia. Help me XD
En fin, así están las cosas por el momento. ¿Qué tal os está yendo el verano a vosotros? ¡Espero que bien! Yo me mantengo de vacaciones por ahora, pero, tal como entre el mes de septiembre, empezaré ya de una vez a estudiar en serio las oposiciones que quiero prepararme. Sin abandonar la escritura, por supuesto.
Como siempre, aquí están todas mis redes sociales, por si os apetece seguirme por ahí aunque esté entrando poquito en ellas últimamente:
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-Mi otro blog: El Jardín del Invierno.
-Mi e-mail: sandra.cgallegos@gmail.com.
¡Nos leemos pronto!
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