Reflexiones (1)

¡Buenas! ^.^
¿Qué tal os ha ido la semana? A mí bastante ajetreadilla, y el finde se me presenta igual, apenas estoy parando por casa :P

Pero en fin, me paso por aquí porque quiero presentaros una sección que, ya desde el principio, anuncié que era posible que colara en este blog. Pues bien, el momento ha llegado... y antes de lo que esperaba :)

¿Sabéis esa época, ese momento pasajero, esa semana, esos meses, en los que por vuestra cabecita no paran de encenderse bombillas que os alumbran con nuevas ideas, nuevas historias a las que dar forma? ¿No os agobia tener tantísimos proyectos y tan poquísimo tiempo que dedicar a vuestros escritos?

A mí me pasa. Me ha pasado, me está pasando y me seguirá pasando una y mil veces más. Llevo más o menos dos semanas en que no paro de tener ideas, de apuntar detalles como un título provisional, el nombre de algún personaje, una escena concreta... Y me agobia.

No tengo tiempo. Últimamente apenas paro por mi casa, estoy todo el día en la universidad o en la calle, de fiesta con mis amigos o saliendo a comprar con mi prima. Vale, sí, la verdad es que me gusta hacer todo esto (incluso las clases en la uni me gustan), peo noto que me faltan horas en los días. Necesitaría que tuvieran 30 o 40 horas para poder hacerlo todo: estudiar, salir, actualizar blogs, relajarme, leer, escribir...

Pero, claro, los días sólo tienen 24 horas, las cuales me cunden. Aunque no me cunden como yo quisiera... Es muy difícil, teniendo que aguantar cada día dos horas de ida y vuelta en tren, sacar tiempo para todo. Tengo que madrugar mucho para llegar a tiempo a las clases (que empiezan a las 9, no está mal) y vuelvo a mi casa, normalmente, sobre las 4 de la tarde. Claro, luego toca estudiar y, en todo caso, navegar un poquillo por la red... Pero de escribir nada.

Luego llega la noche y estoy muerta. Agotada, tanto de estudiar, como de madrugar, como de hacer planes para el finde. Y así no hay quien se concentre para escribir algo decente... luego me sigue faltando tiempo.

El fin de semana la cosa cambia, pero sólo un poco. Aprovecho los viernes por la mañana para ganarme unos eurillos, y por la tarde suelo quedar para pasear o comprar en el centro. De noche vuelvo a estar cansada y me acuesto temprano, así puedo aprovechar el sábado para hcer deberes y, por la noche, salgo a divertirme.

Después de bailar toda la noche, de hablar a gritos y de volver al amanecer, el domingo sólo apetece dormir. Es un día de relax, en el que me propongo hacer veinte mil cosas que luego no cumplo. En todo caso intento actualizar blogs y programar entradas, pero no siempre lo consigo.

Con este panorama, realmente me da rabia que se me ocurran ideas. Siempre me pasa que, en cuanto me viene la inspiración, me apetece ponerme a escribir de golpe y porrazo, sin planear nada más allá de la idea que haya tenido. Pero no puedo hacerlo; no sé por dónde empezar, cómo plantear la historia, quiénes la protagonizan... Son detalles mínimos que se necesitan para empezar a escribir y que, por norma general, desconozco cuando se me enciende la bombillita.

Tengo que actualizar la sección de proyectos. Ahora tengo en mente escribir, a un mismo tiempo, dos novelas: Silencio, la cual os presenté el pasado miércoles y que está y bastante avanzanda y planeada (¡gracias a los que la leisteis!); y otra más cuyo título provisional es Leones.

Leones se me ocurrió escuchando la canción de Pereza del mismo título, en concreto con una frase del estribillo. Leones va a ser una novela de amor, desamor y problemas personales. Leones va a ser una historia lo más realista posible, tanto en la ambientación, como en los personajes, como en la trama. Leones será narrada por una pareja de jóvenes fiesteros que aún no saben que se quieren. Leones nació el pasado martes... y puede que la podáis conocer pronto.

No prometo nada, sin embargo. Primero me gustaría ver la aceptación que obtiene Silencio, gente que se interesa por leerla y opiniones positivas y negativas. Silencio me encanta, y hablo tanto por la novela como por la protagonista, del mismo nombre. Es una chica fuerte y valiente, que cuenta su historia con total realismo y algo de ironía. La historia está llena de garra, tiene momentos de reflexión, de acción y están por llegar los románticos. Los tengo planeados desde hace bastante, pero no me decido a escribirlos... aparte del detalle del tiempo, claro.
Si os animáis a probar la historia de esta joven ladrona, podéis descargar los primeros capítulos aquí.

Y volviendo a Leones... tengo muchísimas ganas de escribirla. Si la canción de Pereza fue la que me dio la idea, otras dos canciones han hecho que recree escenas de la que será la relación entre los protagonistas, el tema central de la trama. Esas canciones son Love the way you lie y Bad romance, ambas conocidísimas; os podéis hacer un idea de qué clase de escenas se me han ocurrido con ellas.

Y no, no hay más trama que la que envuelve a la tormentosa relación del chico y la chica. Si la subo para que la leáis, quedáis avisados: sólo hay romance y realidad. Nada de fantasía ni historias paralelas. Tengo muy clara la clase de historia que quiero escribir esta vez, y no la voy a cambiar.

Por otro lado y dejando de lado las novelas largas, también tengo breves ideas para relatos, en las cuales no he profundizado demasiado. Uno sería de tema fantástico, con un ángel y un demonio como protagonistas, aunque no tengo muy claro cómo enfocarlo, ni cómo acabaría, ni nada. Otro iría sobre una chica a la que persigue un ambicioso fantasma con intenciones nada buenas... pero tampoco sé cómo contarlo ni finalizarlo. El último sería breve pero intenso, tambén de tema romántico... o quizá sin romanticismo, aún no lo sé.

Como veis, me ha asaltado una verdadera lluvia de ideas (brainstorm) estos días, y me faltan tiempo y ganas de ponerme a trabajar con cada uno de ellos. Es decir, ganas les tengo, claro; lo que quiero decir es que tendría que escoger el orden en que los voy perfilando, porque si me pongo con todos a la vez... menudo jaleo.

Y con este clamor al tiempo para que pase más despacio y estas ganas de dormir y, a la vez, de divertirme, os dejo.